"Todos los días la gente se arregla el cabello,
¿Por qué no el corazón?"

miércoles, 29 de julio de 2015

Autolesión: Qué es, cómo se detecta y cómo se supera

La colaboración de este mes en el blog es de Juan Faura, psicólogo y enfermero, coordinador internacional de ASeFo (autolesion.com):

"Según cifras internacionales el 18% de adolescentes se han autolesionado alguna vez en la vida pero el tabú de la autolesión hace difícil su reconocimiento. A pesar de ello esta conducta se viene conociendo desde hace más de 100 años y surge en la persona sin necesidad de haberla observado en otros o de tener conocimiento de ella.

¿Qué es la autolesión?
La autolesión, lejos de darse con intención suicida, ocurre cuando uno mismo se lesiona de forma intencional, repetitivamente y no es culturalmente aceptable. Es decir, cuando uno se corta, se quema, se golpea, etc. ¿Para qué? Para manejar emociones que se hacen intolerables, que no ha podido expresarlas, ni manejarlas de forma apropiada. Sobre todo son emociones negativas como la soledad, la angustia, el miedo, la tristeza, el enfado o la culpa.

Es decir, es una forma de manejar las emociones que no se saben identificar, ni expresar ni controlar. La autolesión enmascara el dolor y evade la emoción. Por lo que reduce el sufrimiento emocional durante un corto espacio de tiempo. Por eso la autolesión se puede considerar un síntoma de un problema emocional que no se ha expresado.

Ese problema emocional seguirá existiendo, porque la autolesión tan solo lo oculta, lo evade y no lo resuelve. Es por eso que la próxima vez que esta persona tenga una emoción negativa muy fuerte volverá a repetir la conducta autolesiva y continuará con ese ciclo una y otra vez.

El hecho de sufrir mucho o encontrarse en un estado emocional muy intenso no significa que a cualquier persona le surjan ganas de autolesionarse, seguramente será lo contrario. De hecho todos pasamos por emociones parecidas. Será la predisposición (falta de habilidades de afrontamiento, impulsividad, etc.) de la persona y sus experiencias (ambientes de invalidación, traumas, etc.), las que harán surgir la autolesión como una estrategia de afrontamiento de situaciones consideradas como insoportables.

¿Cómo se detecta?
Es difícil saberlo a menos que lo diga quien se autolesiona. Se pueden encontrar varias pistas. Por ejemplo que la persona se aísle, que no pueda compartir sentimientos como la tristeza o que tenga dificultad para manejar la impotencia puede indicar que no es capaz de expresar o manejar su dolor emocional. Puede que para manejar ese dolor, se esté apoyando en conductas de autodaño, entre ellas la autolesión. Cabría destacar un cambio de carácter más depresivo o irritable o esconder partes corporales que antes no escondía como los brazos. Pero esas no son conductas exclusivas de la autolesión, de hecho se parecen mucho a los cambios propios de la adolescencia. No podrás saber con total seguridad qué le ocurre si esta persona no te lo dice o no lo tratas con ella.

Pero imagínate que te cortas, se lo cuentas a tu esposo o a tu profesor y se enfada o te trata de loca. Después de lo difícil que fue contarlo ¿Se lo contarías a alguien más? El 85% no se lo han contado a un conocido. Se mantiene en secreto por el miedo al rechazo. Será raro si lo comentan en el mismo ambiente de invalidación que ha facilitado la autolesión. Si la familia tiene ese ambiente, no lo contará precisamente en familia. Es por eso que si lo cuentan, se lo dirán a sus amigos o a un maestro, alguien en quien confiar.

Si quieres saber si una persona cercana a ti se está autolesionando, la mejor forma es ser comprensivo, cariñoso, tranquilo y no juzgar, mostrarte disponible, y por supuesto, ¡no negarlo o castigarlo por expresarse emocionalmente! La autolesión cumple una función de control sobre el propio cuerpo y de la expresión emocional, por lo que actos que sean considerados una violación de su intimidad (revisar el cuerpo en busca de heridas o mirar su historial web) o de retirada por parte de otros de su autonomía personal, propiciará la autolesión.

¿Cómo se supera?
La ayuda puede venir desde varios lugares a la vez: un allegado, la propia persona que se autolesiona y/o un profesional de la salud mental.
Si un ser querido se autolesiona, lo primero que podemos hacer para ayudarle es con 3 herramientas: información, empatía y oídos. Si tenemos mala información, o empatizamos negando el problema no ayudaremos. Así que tenemos que conseguir buena información de profesionales, tenemos que manejar las reacciones negativas y que no nos van a ayudar a acercarnos a quien se autolesiona, y tenemos que saber cómo poner nuestros oídos, como abrirnos a escuchar y abordar el tema. La persona que se autolesiona llevará algún tiempo autolesionándose, tomate tu tiempo para equiparte bien. Recuerda que las heridas son un reflejo del sufrimiento emocional y que son las emociones y su afrontamiento el núcleo del problema. No la propia herida. Habla con la persona pero recuerda que si se encuentra en esta situación es por lo complicado que le resulta tratar emociones, por ejemplo hablándolas. Para ello sería conveniente apoyarse en profesionales y otras personas que entiendan esta situación. Genera un clima de confianza sin juzgarlo, sin pedir explicaciones (probablemente ni él sepa porqué se comporta así) y anímale a expresarse sin presiones.

Si te autolesionas, decirte que sí se puede vivir sin autolesión como lo hace la gran mayoría de las personas. Para dejarlo necesitarás prepararte y reflexionar. Es muy normal que no quieras abandonar esta conducta porque es la única forma que tienes de manejar tus emociones. Es por eso que es necesario entender por qué te ha servido hasta ahora para enfrentar tu sufrimiento emocional. Lo siguiente sería crear mejores condiciones para que puedas empezar a pensar en una vida sin autolesión, por ejemplo una sería hacerte con una red de apoyo emocional sólida de amigos, de familiares o de profesionales. Puede parecer mucho trabajo pero no se hace de golpe. Estos pasos se dan poco a poco y cada vez te sientes mejor y los pasos son más grandes hasta que llega un momento en que se hace mucho más fácil manejar esas emociones que antes no sabías controlar y que tanto sufrimiento te daban. Ya no tendrás las consecuencias negativas de la autolesión y además el sufrimiento por esas emociones no serán tan grande.
 
Y por supuesto un psicólogo puede ayudarte tanto a afrontar tus emociones de una manera más sana como a conseguir fuentes de apoyo para dejarlo. Dispones de más información en autolesion.com acerca de cómo elegir uno."



miércoles, 22 de julio de 2015

Hij@, ¿Por qué me aterra explicarte de dónde vienen los niños?

Para empezar, redactar la pregunta con la forma "de dónde vienen los niños" es hacer referencia a la explicación de antaño sobre la idea de que los niños venían de París. Actualmente, los niños preguntan "¿cómo se hacen los niños?" haciéndonos ver que están mucho más preparados para recibir la información que nosotros hace unos años.

Todos los padres se han encontrado ante la situación en la que sus hijos pequeños les preguntan de dónde vienen los niños. En ocasiones, puede darse ante el nacimiento de un nuevo hermano, en otras, porque un amigo les ha dicho algo o, también, por mera curiosidad. Que los niños pregunten es algo que consideramos normal. Son curiosos y preguntan para dar sentido a sus vidas. Entonces ¿por qué no reaccionamos igual de serenos cuando nos hacen esta pregunta?

En muchas ocasiones, las personas hacemos difíciles las cosas fáciles por nuestra propia percepción de la situación. Para ello podríamos ponernos a nosotros mismos como foco principal del asunto a tratar. ¿Por qué nos bloqueamos cuando tenemos que dar respuesta a esta pregunta? ¿Por qué nos mentimos a nosotros mismos diciéndonos que los niños son demasiado pequeños para saber esas cosas pero luego les explicamos valores éticos que son importantes pero a la vez son mucho más complejos? ¿Qué nos da vergüenza de este tema? 

Para los adultos, las relaciones sexuales son algo muy íntimo que no se suele compartir con los demás. De hecho, son los propios adultos los que crean un tabú sobre algo que forma parte de la vida de todos. ¿Debemos ir contando nuestras intimidades a todo el mundo porque son algo normal en nuestro día a día? No necesariamente. Quizá a nadie le interesa saber si has ido al baño de forma rutinaria pero existe un término medio entre contar intimidades de forma trivial y hacer de algo normal un tema prohibido. 

Si los adultos conversáramos sobre la sexualidad, normalizaríamos este tema y estaríamos más preparados para responder con total tranquilidad a las posibles preguntas de los niños al respecto. Los niños no son conscientes del placer que supone embarcarse en una relación sexual. No saben que hay una atracción física entre ambas personas y tampoco conocen la posibilidad de tener una relación sexual sin la finalidad de procrear. 

Entonces, si a la relación sexual le quitamos la atracción, el placer y el juego sin fin de procreación, que son los factores que forman la intimidad que tanto conservamos en silencio ¿qué nos queda para explicarles a nuestros hijos? Pues exactamente nos queda la información relativa a las diferencias corporales entre ambos sexos, el aparato reproductor y el acto de procreación de la forma más básica y expositiva tal y como haría un libro de naturales en Educación Primaria. 

¿Se puede explicar "cómo se hacen los niños" sin sentir que profanamos nuestra intimidad? Sí ¿Nos daría vergüenza explicarlo como en un libro de texto? Seguramente no. ¿Lo entenderían los niños pequeños? Si lo adecuamos a su edad, claramente sí. Por lo que os animo a que respiréis hondo cuando os hagan esa pregunta, penséis que es posible contestarles y les ayudeis a conocerse tal y como les ayudaríais a aprender otros aspectos. Es mejor que aprendan de vosotros a que lo aprendan por sí solos de forma errónea.


miércoles, 15 de julio de 2015

Los deberes en verano

¿Debe mi hijo hacer deberes durante el verano? ¿Debe aprovechar las vacaciones para disfrutar todo lo que no ha podido durante el curso? ¿Debe quedarse en casa trabajando en todo lo que va más flojo para adecuarse al ritmo de la clase?




Al final de curso, los niños reciben las tareas que deben llevar completas en septiembre. En algunos casos, son unas cuantas fichas para todo el verano. En otros, un librito de vacaciones de cualquier marca y, en otros, un sin fin de ejercicios y varios libros.

Ante todo, yo soy partidaria de que los niños disfruten y aprendan, por lo que un equilibrio entre trabajo y ocio lo considero la mejor opción. ¿Utopía? No, es totalmente posible.  

Realizar diversos ejercicios diarios permite que los niños vayan repasando y fortaleciendo los contenidos que han dado durante el curso a la vez que la rutina les permite crear un hábito de estudio que deberán mantener cuando empiece el siguiente curso (por lo general, algo más intenso que el anterior). ¿Significa esto que deben pasar en su escritorio 3 o 4 horas diarias para no "hacer el vago" durante el verano? Decididamente no.  

Los niños necesitan descansar, divertirse, jugar, aprender de sus experiencias para motivarse y conseguir que eso que han aprendido durante el verano se les quede en la memoria a largo plazo. No todo en la vida es memorizar contenidos. El aprendizaje es saber estar en grupo y no ceder a las presiones que pueden hacernos sentir mal, el aprendizaje es hacer la compra y saber cuántos productos puedo comprar con un determinado dinero, el aprendizaje es conocer nuestras emociones y saber expresarlas así como entender las emociones ajenas, el aprendizaje es saber resolver diferentes problemas que no siempre consisten en saber cuántas manzanas le quedan a Juan si se ha comido 2 y tenía 5.

Entonces ¿Qué hacemos? Cuando trabajo en consulta aspectos psicopedagógicos, elaboro un calendario mensual de julio y otro de agosto donde equilibro las tareas que pide el colegio con los procesos que yo trabajo. Si nos organizamos nada más terminar el curso, con una hora diaria es suficiente para cumplir los objetivos (si hablamos de Primaria) y estamos enseñando al niño o la niña a familiarizarse con la organización y la planificación. Puesto que el trabajo solo ocupa una hora diaria, nunca impongo a qué hora deben empezar. Ellos deben elegir cuál es la hora en la que rinden más y, cuando la descubran, intentar hacerlo siempre a una hora similar para generar habituación. ¿Que un día no se puede? No pasa nada. Pero con esta metodología, los niños sabrán cuándo tardan menos en hacer las tareas adecuadamente y les resultará menos costoso

Otra cosa que me parece de real importancia es la lectura de libros narrativos. La lectura de un libro no se puede vender como una obligación con frases como "tienes que leer para aprender vocabulario", "tienes que leer porque cuando llegue el curso que viene ya verás", etc. Los libros son cuentos escritos y a todos los niños le gustan los cuentos. Se le puede decir al niño de ir a la biblioteca o a una tienda a que elija el libro que más le guste. Se puede aprovechar para hacer una compra conjunta y así, tanto papá o mamá como su niño/a, elegirán sus libros favoritos y cada uno se llevará el suyo a casa. Recordad que los adultos somos el ejemplo que siguen los niños y recordad también que nosotros fuimos pequeños. Si juntamos nuestro conocimiento de adulto y a la vez empatizamos con ellos, encontraremos ese sentido común que nos dice qué debemos hacer para un crecimiento positivo.

miércoles, 8 de julio de 2015

Enamorarse de un hombre casado es todo un clásico

¿Conoces a alguna mujer enamorada de un hombre casado? ¿Has vivido en primera persona todos los sentimientos y situaciones sociales que eso provoca? Hoy os hablo del Síndrome de Fortunata, una etiqueta que únicamente nos ayuda a recoger las características comunes en todas las mujeres que lo experimentan.




Que haya mujeres enamoradas de hombres casados no es algo nuevo sino que nos ha acompañado a lo largo de todas las épocas. ¿Cuáles son las características de esta tipología de mujer? Según varios autores, estas mujeres presentan una gran constancia en la disponibilidad, capacidad para aguantar la situación y su prolongación temporal, idealizan al hombre dando más valor a los motivos de la pareja por encima de los propios razonamientos perdiendo poder en la relación y suelen ser mujeres con menor poder adquisitivo o estatus social, más jovenes y con menos experiencia. Además, siguen "enganchadas" a pesar de lo que diga o haga el hombre y, repetidamente, están dispuesta a pasar por alto o perdonar sus mentiras.

Según Oala (2010), estas mujeres tienen 9 puntos que las caracterizan:

1. Amor intenso, repetido y persistente hacia el hombre casado.
2. Actitud desapegada en cualquier otra relacion diferente.
3. Capacidad para dejar atrás cualquier aspecto de su vida si el hombre se lo pide.
4. Creencia de que la vida no tiene sentido si no está ese hombre.
5. Creencia de que lo justo sería que ella estuviera con el hombre puesto que tiene más derecho aunque no la reconozca.
6. El punto número 5 se intensifica si ha tenido hijos con ese hombre.
7. Ambivalencia de sentimientos hacia la mujer legítima socialmente del hombre (a veces la idolatra o comprende y otras la desprecia).
8. Creencia de que el amor es el responsable de esta situación, lo que le lleva a desentenderse de cualquier responsabilidad para el cambio.
9. Fantasías optimistas de un futuro junto al hombre, aspecto que le permite tolerar la situación actual durante años.

¿Cuáles son las posibles causas de esta forma de sentir, pensar y actuar?  Richardson (1988) afirma que, entre otros posibles motivos, existe la posibilidad de que la mujer sienta más libertad sexual al no tener una relación con el hombre y, por tanto, menos presión por lo que pueda pensar o querer si ésta se niega o pide algo determinado en la relación sexual. También pueden sentir que, de esta forma, se libera de cualquier sistema familiar tradicional donde la mujer es sometida a los deseos del hombre.

¿Por qué la mujer sigue "enganchada" al hombre aunque se vea de forma clara que nunca va a dejar a su familia? Esto puede entenderse mediante el reforzamiento inicial de la conducta. Es decir, cuando la relación comienza, la mujer experimenta sentimientos muy positivos. El hombre se siente muy bien con esa relación y se lo comunica a la mujer. Le explica que ella le hace sentir joven, vivo, que la vida tiene sentido cuando está a su lado. Pero, cuando el hombre llega a casa con su familia, se ve inmerso en la rutina y las responsabilidades de su vida diaria y se da cuenta de que la relación extramatrimonial es inviable. Esta última parte, no se la comunica a la mujer a la que tiene enganchada, por lo que ella solo se queda con toda la parte positiva que él le ha comentado en su presencia. Cuando la mujer se da cuenta de que el hombre del que está enamorado no va a dejar a su familia ni va a cambiar su situación actual, ha pasado tanto tiempo que no se atreve a aceptar que ha sido engañada durante tanto tiempo y por la persona que más quiere, por lo que se miente a sí misma y genera las fantasías de que algún día cambiará.





* Información recogida del artículo "Una forma de dependencia emocional: El Síndrome de Fortunata" de Jorge Barraca Mairal.

miércoles, 1 de julio de 2015

¿Si tiene celos es porque me quiere?



Frases como “si tiene celos es porque me quiere” o “quien bien te quiere te hará llorar” han estado presentes en la sociedad desde hace muchos años y se siguen manteniendo en la actualidad hasta en la población adolescente. Pero, ¿Son ciertas? ¿Sí? ¿No? Y si no, ¿Por qué siguen presentes durante tanto tiempo? 


 

Para responder a estas preguntas, voy a explicar en qué consisten las caricias. Hace meses os conté lo que eran las caricias según el Análisis Transaccional, podéis verlo pinchando AQUÍ.  En resumen, las caricias son una unidad de reconocimiento, es el feedback tras un “hola” de un vecino o una sonrisa a un bebé que vemos en la calle.

Y ¿Cómo funcionan las caricias? Las caricias tienen una batería que funciona en el siguiente orden:

1.Caricias Incondicionales Positivas (Te quiero)
2.Caricias Condicionales Positivas (Qué bien dibujas)
3.Caricias Condicionales Negativas (Qué mal te has portado)
4.Caricias Incondicionales Negativas (Te odio)

¿Qué significa esto? Significa que las personas tendemos a buscar caricias incondicionales positivas de las personas que nos importan. Buscamos que nos quieran por el mero hecho de ser y existir. Si no las conseguimos haremos cosas para que nos den caricias positivas: sacaremos buenas notas, estudiaremos, seremos muy buenos en la empresa, un marido o una mujer atentos, un cocinero extraordinario, etc. Pero ¿y si aun así tampoco conseguimos que nos acaricien, que nos den feedback, que nos hagan caso? Empezaremos a hacer cosas para que se enfaden con nosotros y nos riñan. Es aquí donde los hijos pueden empezar a tener un comportamiento problemático para captar la atención de sus padres o parejas que discuten pero “al menos no se ignoran”. Y si, aun después de buscar caricias condicionales negativas todavía no nos hacen caso, haremos todo lo posible para que nos odien, para que nos tengan manía, pero que nos hagan caso, que signifiquemos algo para esa persona tan importante aunque signifique serlo de forma negativa.

¿Cómo puede influir el funcionamiento de las caricias en la permisión y justificación de los celos en una relación? Una persona que se encuentra en una relación celosa está recibiendo caricias condicionales negativas. Sufre el enfado de la pareja si habla con determinadas personas, si se pone una ropa concreta, si frecuenta lugares “amenazadores” como pubs o discotecas sin él/ella, etc.

Ante esto, es posible que las personas cercanas se pregunten “¿Cómo es posible que no se dé cuenta?”, “¿Cómo prefiere estar con él/ella si no es feliz?”, “Ya no es el/la que era”, “es imposible hacerle ver la realidad, está ciego/a”.

Tras formularnos estas preguntas podríamos pensar que las personas y animales (investigaciones con grupos de ratas así lo demuestran) necesitamos que nos hagan caso, significar algo para alguien ya sea de forma positiva o negativa. No soportamos que nos ignoren y que no le importemos a nadie. Pero, ¿Cómo es posible que si todos necesitamos caricias, unas personas toleren ese tipo de relaciones y otras no? Entre varias posibilidades, podemos centrarnos en las caricias que ha recibido esa persona a lo largo de su vida. Quizá no ha recibido caricias incondicionales positivas y no se le ha querido tal y como es, quizá nunca ha recibido caricias positivas en general porque solo le hacían caso cuando hacía algo mal. Entonces, una persona a la que no le han querido positivamente, ¿cómo va a pensar que querer es algo diferente a lo que está viviendo? No le han enseñado que eso es posible.

Por mucho que lo pueda ver en otras parejas, la visión de que otro tipo de amor es posible no es suficiente para romper el esquema que le han enseñado a lo largo de toda su vida las personas más significativas para él o ella. Necesita ser consciente de por qué lo permite y evaluar si quiere seguir permitiéndolo a pesar de los costes psicológicos que ello conlleva.