miércoles, 22 de julio de 2015

Hij@, ¿Por qué me aterra explicarte de dónde vienen los niños?

Para empezar, redactar la pregunta con la forma "de dónde vienen los niños" es hacer referencia a la explicación de antaño sobre la idea de que los niños venían de París. Actualmente, los niños preguntan "¿cómo se hacen los niños?" haciéndonos ver que están mucho más preparados para recibir la información que nosotros hace unos años.

Todos los padres se han encontrado ante la situación en la que sus hijos pequeños les preguntan de dónde vienen los niños. En ocasiones, puede darse ante el nacimiento de un nuevo hermano, en otras, porque un amigo les ha dicho algo o, también, por mera curiosidad. Que los niños pregunten es algo que consideramos normal. Son curiosos y preguntan para dar sentido a sus vidas. Entonces ¿por qué no reaccionamos igual de serenos cuando nos hacen esta pregunta?

En muchas ocasiones, las personas hacemos difíciles las cosas fáciles por nuestra propia percepción de la situación. Para ello podríamos ponernos a nosotros mismos como foco principal del asunto a tratar. ¿Por qué nos bloqueamos cuando tenemos que dar respuesta a esta pregunta? ¿Por qué nos mentimos a nosotros mismos diciéndonos que los niños son demasiado pequeños para saber esas cosas pero luego les explicamos valores éticos que son importantes pero a la vez son mucho más complejos? ¿Qué nos da vergüenza de este tema? 

Para los adultos, las relaciones sexuales son algo muy íntimo que no se suele compartir con los demás. De hecho, son los propios adultos los que crean un tabú sobre algo que forma parte de la vida de todos. ¿Debemos ir contando nuestras intimidades a todo el mundo porque son algo normal en nuestro día a día? No necesariamente. Quizá a nadie le interesa saber si has ido al baño de forma rutinaria pero existe un término medio entre contar intimidades de forma trivial y hacer de algo normal un tema prohibido. 

Si los adultos conversáramos sobre la sexualidad, normalizaríamos este tema y estaríamos más preparados para responder con total tranquilidad a las posibles preguntas de los niños al respecto. Los niños no son conscientes del placer que supone embarcarse en una relación sexual. No saben que hay una atracción física entre ambas personas y tampoco conocen la posibilidad de tener una relación sexual sin la finalidad de procrear. 

Entonces, si a la relación sexual le quitamos la atracción, el placer y el juego sin fin de procreación, que son los factores que forman la intimidad que tanto conservamos en silencio ¿qué nos queda para explicarles a nuestros hijos? Pues exactamente nos queda la información relativa a las diferencias corporales entre ambos sexos, el aparato reproductor y el acto de procreación de la forma más básica y expositiva tal y como haría un libro de naturales en Educación Primaria. 

¿Se puede explicar "cómo se hacen los niños" sin sentir que profanamos nuestra intimidad? Sí ¿Nos daría vergüenza explicarlo como en un libro de texto? Seguramente no. ¿Lo entenderían los niños pequeños? Si lo adecuamos a su edad, claramente sí. Por lo que os animo a que respiréis hondo cuando os hagan esa pregunta, penséis que es posible contestarles y les ayudeis a conocerse tal y como les ayudaríais a aprender otros aspectos. Es mejor que aprendan de vosotros a que lo aprendan por sí solos de forma errónea.


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