Hoy en día
tenemos la costumbre de encender la televisión aunque no queramos ver algo
concreto. Hay gente que la tiene de fondo en una reunión familiar. Otras
personas, mediante el zapping, acaban viendo algo que no quieren ver sino que
lo escogen por eliminación y muchos niños la ponen mientras hacen deberes,
meriendan o cenan. Además, la tv ya no
sirve de unión familiar puesto que hay televisiones en casi todas las habitaciones
de la casa, incluso en las habitaciones de los más pequeños.
Intentar que
los niños no vean la televisión bajo ningún concepto no evitará que saquen la
televisión de sus vidas, simplemente retardarán el momento en que la vean o
causarán el efecto contrario llegando a utilizarla por rebeldía o por el mero
hecho de ser “lo prohibido”. Por otro lado, dejar que el niño vea la televisión
durante horas y al libre albedrío puede suponer consecuencias nocivas tales
como:
-
Disminución de la actividad física con
posibilidad de obesidad
-
Disminución de la actividad social impidiendo
que desarrollen la personalidad
-
Disminución del tiempo para fomentar otros
campos como la lectura, pintura, música…
-
Aumento de la probabilidad de que los niños
pidan y compren muchos de los productos que se anuncian en televisión
Por el
contrario, la televisión puede aportar beneficios a los niños ya que, con ella,
pueden:
-
Aprender
a usar un lenguaje más amplio y una mejor pronunciación
-
Estimular
su razonamiento, creatividad e imaginación
-
Conocer
y practicar otros idiomas
-
Reforzar
valores morales y éticos
Claro que,
para que esto suceda, se han de ver programas, series y dibujos que cumplan con
las condiciones para la edad de los niños.
Algunos
padres tienen miedo de que ver la televisión se convierta en una adicción, para
ello, vamos a comentar 10 pautas para prevenir que una forma de ocio, como
puede ser la televisión, se convierta en una adicción. ¿Cómo lo prevenimos?
1.
Desarrollando
otro tipo de actividades en común al margen de la tv (cuentos, dibujo, juegos
clásicos, paseos, deportes…)
2.
Definiendo
un horario concreto para ver la televisión (en relación con los programas
adecuados para su edad). Para ello, es aconsejable no acostumbrarse a dejarse
la televisión puesta cuando se está haciendo otra cosa.
3.
No
uses la televisión para tranquilizar al/la niño/a ni enciendas la televisión en
las horas de comida.
4.
En
el caso de que el/la niño/a tenga un bajo rendimiento académico, la televisión
se verá siempre después de hacer las tareas escolares.
5.
Explica
las diferencias entre la realidad y la fantasía para evitar que los niños pasen
miedo. Si tienen miedo por algo que es real, háblalo para tranquilizarle.
6.
Ubica
la televisión en lugares comunes para toda la familia y no dentro de cada habitación.
7.
Enseña
a apagar la televisión una vez ha visto el programa, serie, documental…
8.
Discute
los anuncios publicitarios con tus hijos/as y, si te piden un juguete, prueba a
preguntarles cómo los usaría si lo tuviera en casa (la respuesta puede
indicarte si lo usará o se cansará de él a las dos semanas).
9.
Evita
los programas violentos. En el caso de permitirlos, háblale sobre las
consecuencias de la violencia tanto para uno mismo, como para la víctima y para
los familiares.
10. Utiliza los dilemas morales y éticos
que salen en la televisión (amor, sexo, conflictos, drogas…) para comenzar un
debate familiar.
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