La semana pasada iba dedicada al control de rabietas para
los más pequeños pero ¿qué hacemos si el descontrol de la ira se da en niños
más mayores y en adolescentes?
Con los niños de 3 - 12 años podemos aplicar la técnica de la tortuga. La técnica de la tortuga es un trabajo de
control de la ira en la que se enseña a mejorar el control interno y la
búsqueda de soluciones y a disminuir las conductas agresivas. Los pasos para
ponerla en marcha son los siguientes:
1. Contar la historia de Juan Tortuga
2. Practicarla con el/a niño/a
3. Ponerla en marcha en momentos de enfado
Paso 1: Para realizar el paso 1, muestro el cuento de Juan Tortuga a continuación:
Paso 2: Una vez
se ha contado el cuento, se le indica al/la niño/niña que se va a hacer lo
mismo que Juan Tortuga siempre que se enfade.
2.1 Cuando
empieces a notar que te estás enfadando, acuérdate de Juan Tortuga. Al
principio, los mayores te diremos la palabra “Tortuga” cuando sea el momento
para que aprendas a darte cuenta de que te estás enfadando.
2.2 Ponte en la
posición de tortuga (o la que haya elegido previamente: en la cama, irse a su
habitación…) y respira como has aprendido (antes de aprender esta técnica, se
le debe haber enseñado a hacer respiraciones profundas: inspirar durante 5
segundos hinchando la barriga, mantener el aire 3 segundos y soltarlo durante 5
segundos desinflando la barriga).
Posición tortuga
2.3 Cuando notes
que estás más tranquilo y ya has respirado unas cuantas veces, sal de tu
caparazón y piensa posibles soluciones al problema que te ha enfadado tanto
(más adelante explicaré la técnica de Resolución de Problemas en otra
actualización).
2.4 Haz la mejor
solución que hayas pensado
Paso 3: Cuando se
dé cuenta de que se está enfadando se acordará de Juan Tortuga y se meterá en
el caparazón como él. En el caso de que el/la niño/a no se dé cuenta de cuándo
se está enfadando, se le puede recordar con una simple palabra: “¡Tortuga!”.
Para trabajar el control de la ira con adolescentes, es aconsejable utilizar la técnica a partir del paso 2.1 sin mencionar a Juan Tortuga, su cuento y sin imitar su figura. En el caso de que haya que recordarle realizar la técnica en los momentos de enfado, sustituir la palabra “tortuga” por “¡STOP!”.
Y para terminar, es importante mencionar la posibilidad de que a partir de los 10 años en
adelante, algunos niños no se sientan identificados con la figura de la tortuga
o la consideren para niños muy pequeños. En estos casos, es aconsejable buscar
otro tipo de figuras o utilizar únicamente la palabra “stop”.
Me gusta el invento
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