La semana
pasada hablábamos de chantaje emocional pero… ¿os suenan los juegos
psicológicos?
Los juegos psicológicos
se dan cuando nos comunicamos aparentemente
desde una parte de nuestra personalidad:
YO PADRE, YO ADULTO y YO NIÑO (si no sabes a qué me refiero pincha en la palabra
padre y la palabra niño) pero, de manera
oculta, nos estamos comunicando con otra parte. A esto se le llaman “transacciones
ulteriores”.
¿Por qué se hacen juegos
psicológicos? Porque
así favorecemos nuestro guión de vida.
Y ¿Qué
es el guión de vida? Es la forma en la que hemos vivido nuestra vida desde
que éramos pequeños. Ej: Si siempre hemos estado al lado de una persona que nos
ha tratado mal (madre, padre, hermano…), estamos acostumbrados a hacer el papel
de padre de nuestros familiares, hemos hecho determinadas cosas para conseguir
lo que queríamos, etc. algunas personas preferirán seguir como siempre a pesar
de ser algo negativo. Es una vez más la idea de “más vale malo conocido que
bueno por conocer”.
Funciones del guión de vida
-
Evitar
la angustia
-
Obtener
atención y cuidado de los padres
-
Establecer
las reglas con las que moverse, primero en familia y más tarde en la sociedad.
-
Decir
quién es uno mismo y si está bien o mal
-
Decir
quiénes son los demás y si están bien o mal
-
Y,
con esto, programar actividades. Es decir, saber qué tiene que hacerse, qué
puede hacerse, qué no tiene que hacerse y qué no puede hacerse en un
determinado momento.
Los padres
que educan a sus hijos desde el YO PADRE POSITIVO en primer plano y con el
adulto y el niño en segundo plano, educan hijos ganadores en cuanto a que
consiguen hacer lo que desean aunque eso suponga ser un ermitaño sin un duro.
Por el contrario, si los mismos padres educan a sus hijos desde el YO NIÑO o
desde el YO PADRE NEGATIVO (que critica desde el prejuicio o es asfixiante sin
dejar crecer a sus hijos), propiciarán que los guiones de sus hijos sean de
perdedores o de mediocres.
Características de los juegos
psicológicos
1. Son repetitivos
2. En ellos no se usa el adulto
3. Los que lo juegan acaban sintiéndose
mal
4. Siempre suponen un momento de
confusión (cambio de rol de una de las personas)
¿Cómo se originan?
Cebo + Flaqueza = Respuesta à Cambio à Confusión à Desenlace
Cada uno de
nosotros tenemos nuestras flaquezas. En un caso concreto, una de estas
flaquezas nos hace picar el anzuelo con el cebo. Generamos una respuesta
(nosotros y la otra persona) y, de repente, alguno de los dos cambia el rol que
tenía asignado (víctima, perseguidor o salvador) y nos genera confusión. Más
tarde, hay un desenlace.
Tipos de juegos psicológicos
Dame una patada: con él mantenemos la creencia de que
necesitamos ser rechazados para recibir atención.
Policías y ladrones: quien empieza el juego lo hace como
perseguidor y termina siendo una víctima.
Tacha: Busca siempre los defectos ajenos.
Si no fuera por mí: Se queja a los demás sobre cómo le
impiden hacer algo que quiere. Ej: “Si no fuera por ti, podría irme de viaje”,
“Si no fuera por ti, me iría de casa”.
Te pillé: Empieza como víctima y cuando el
otro muerde el anzuelo (cebo), se cambia al rol perseguidor. Ej:
-
Estoy
muy cansada, no puedo más…
-
¿Sí?
Pobre, ven aquí cariño
-
¡Es
que si tú hicieras lo que tienes que hacer!
Rapo: Es el “Te pillé” pero sexual.
Personas que se dejan seducir y luego, una vez la otra persona pasa a la
acción, le recrimina lo que hace.
Sí, pero…: Dar soluciones que nunca gustan a la
otra persona. La persona que da soluciones se entristece y la otra persona se
enfada porque no es capaz de ayudarle.
Pata de palo: Pone excusas para no afrontar algo
adoptando el rol de víctima. Ej: “Qué puedes esperar de alguien tan _______
como yo”. Siempre en versión negativa.
Estúpido o Pobre de mí: Son como Pata de palo pero se
excusan para recibir elogios y atención. Si la otra persona le confronta para
que decidan ellos, pueden responder con enfado o acusando, por ejemplo, con un
“tendría que haberme imaginado que no me podías ayudar”.
Hazme algo: Piensa por mí, decide por mí,
llévame a tal sitio porque “yo no sé”. Si, posteriormente, el resultado
es negativo, va a recriminarle a la persona que le ha llevado a ese sitio, a
decidido por él, etc. lo mal que lo ha hecho. Si acaba así, este juego se
convierte en Mira lo que me has hecho
hacer.
Sólo intento ayudarte: Una persona intenta ayudar a alguien
desde la postura de “salvador” y, cuando rechaza su ayuda o se sigue metiendo
en líos, la persona como salvadora se siente incompetente porque no ayuda desde
el adulto sino que tiene la necesidad de ayudar a alguien con su sabiduría y
experiencia en ese determinado aspecto. Con el tiempo, esta persona pasa a
echar en cara toda la ayuda proporcionada y el juego se llama Mira cuánto lo he intentado. Ej: Una
madre controladora.
Y para los
que procesan mejor la información mediante un video, os dejo el siguiente en el
que a pesar de no hablar de los tipos de
juego, puede ayudaros a entender mejor cómo se dan los juegos psicológicos y
qué ocurre cuando jugamos.
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