En la última
sesión de mi taller de técnicas de estudio siempre les invito a los alumnos a
que piensen cómo preparan un examen. Seguramente, habrán escuchado pautas
generales de cómo hacerlo y lo habrán oído tantas veces que, muy probablemente,
pongan su cerebro en modo automático y no interioricen lo que se les está
diciendo. Es por esto, por lo que siempre les pregunto primero cómo trabajan
ellos y les invito a que lean conmigo para descubrir si alguien hace alguno de
los pasos siguientes.
Dejar la
preparación para los últimos días es tener muchas probabilidades de que salga
mal. No es necesario memorizar desde el
primer día. Seamos sinceros, eso no lo hace nadie y si lo pido, sé que no
lo van a hacer. Pero se pueden hacer
cosas como leer lo que se ha dado en clase, subrayar, hacer resúmenes y
esquemas… Es importante cambiar el concepto de que estudiar es memorizar
únicamente. Estudiar es leer, comprender, subrayar, resumir, hacer esquemas y, cómo
no, memorizar.
Cuando se
acerquen los exámenes se tendrá que intensificar este ritmo. Por lo que si
durante el curso es suficiente estudiar un poco los fines de semana, en época
de exámenes los fines de semana se dedican solo al estudio. Pero el haberse organizado bien durante el curso
permite llegar a los exámenes pudiendo descansar y teniendo tiempo libre. Sí, tiempo libre. Es posible estudiar para
un examen y ver alguna película, jugar o dar una vuelta con los amigos. Todo depende de si se han alcanzado los
objetivos propuestos para ese día.
Para
aprender a prepararse un examen vamos a dividir la información en tres
apartados concretos: antes, durante y después del examen.
ANTES DEL
EXAMEN
Lo
importante es organizar los repasos.
Si se deja todo para última hora, te
cansarás y te olvidarás más fácilmente o podrás bloquearte. Para no hacerlo,
puedes elaborar un plan de repasos con el tipo de asignatura, la fecha del
examen, el número de temas y los días de estudio por objetivos. Antes de
empezar el repaso, lee rápidamente lo que viste el día anterior para ir
recordando y fijando tu atención.
Una de las mayores preocupaciones de los estudiantes es saber cómo van a ser los exámenes. Para
ello se les puede preguntar a los profesores días antes del examen cosas como
estas:
-
El
tiempo que se va a disponer
-
El
número de preguntas
-
El
tipo de respuestas que se espera (test, desarrollo, respuesta corta…)
-
El
material que se debe llevar al examen: diccionario, calculadora…
-
Los
temas que entran para el examen
Si te das cuenta de que “te ha pillado el toro” es preferible que estudies todo el temario
que entra en el examen aunque sea de manera
superficial a aprenderte muy bien una parte y no saber de qué va el resto.
Esto hará que puedas contestar algo de cualquier pregunta y no te dejes nada en
blanco (para muchos profesores esto puede suponer un suspenso).
El día anterior al examen prepara
todo el material: un
par de bolis (por si te quedas sin él en mitad del examen), lápices, goma,
sacapuntas, calculadora (asegúrate de que funciona o podrás quedarte sin ella
en el examen).
En la noche antes del examen no debes
robar ni una hora de sueño. Si duermes menos por estudiar más, llegarás más cansado al examen y
empeorará el rendimiento aunque te pueda parecer imposible.
El día del examen no se debe repasar
nada a fondo. Como
mucho se pueden leer los resúmenes o esquemas de forma superficial.
DURANTE EL
EXAMEN
1º Lee atentamente todas las
preguntas y escucha
las instrucciones del profesor
2º Empieza a responder las preguntas
que mejor te sepas,
sigue por las que flojees un poco y termina con las que peor te sabes.
3º Sé preciso respondiendo las preguntas. Si te preguntan sobre una cosa no
les cuentes dos cosas más.
4º Evita dejar alguna pregunta en
blanco. Siempre se
podrá contestar algo o se podrá relacionar con algo que sí sepas. Pero ¡ojo! no
te la inventes o el profesor podrá creer que le estás tomando el pelo.
5º Lleva un reloj al examen para calcular el tiempo
6º Organiza tu tiempo según las
preguntas que haya en el examen. Si te atascas en una
pregunta sigue con otra que te sepas. Ya volverás a rellenar ese espacio si
te sobra tiempo. Si se acaba el
tiempo y te falta alguna pregunta por
contestar, señala los puntos
principales a modo de esquema. Que el profesor sepa que lo sabes.
7º Reserva los últimos
5 minutos para repasar el examen antes de entregarlo (completar algo,
corregir un dato o faltas de ortografía…)
DESPUÉS DEL
EXAMEN
Si te pone nervios@ comentar
las respuestas con los compañeros o buscarlas en los apuntes, no lo hagas.
Intenta distraerte y olvidarte del examen. Relájate
haciendo algo que te guste en la medida de lo posible.
Cuando recibas el examen corregido:
·
No
te fijes sólo en la nota
·
Observa
los errores y aprende para la próxima analizando sus causas
·
Pregunta
al profesor todo lo que no entiendas
·
Si
tienes menos nota de la que esperas no busques culpables donde no los hay.
Tampoco consideres el suspenso como un fracaso personal. El examen sólo es un
toque de atención sobre tus fallos y te informa para que puedas corregirlos en
el futuro.