"Todos los días la gente se arregla el cabello,
¿Por qué no el corazón?"

miércoles, 1 de abril de 2015

Vacaciones, descanso y hora de llegada

Con la llegada de las vacaciones escolares, la vida familiar cambia tanto para los menores como para los adultos. Si toda la familia está de vacaciones, tienen una mayor posibilidad de realizar actividades en común y aprovechar para descansar. Es importante que tanto niños como adolescentes y adultos, noten una diferencia con respecto a sus rutinas académicas y laborales. El descanso es totalmente necesario.
 



Durante las vacaciones, es muy probable que los hijos quieran quedar con sus amigos para pasar su tiempo libre en compañía. Es entonces cuando cobra importancia la hora de llegada a casa.
Si los niños y, sobre todo, los adolescentes sienten que sus padres les vigilan y están pendientes de su actitud en todo momento, puede que desarrollen una actitud de rebeldía y hostilidad. Para evitar esta actitud, podemos permitirles un margen de decisión en sus actividades diarias y, especialmente, durante sus vacaciones. De esta forma, discutirán menos, se sentirán más libres y a la vez más responsables. Esta responsabilidad les genera una autoconfianza que viven de forma muy positiva y, en un futuro, tendrán un mayor abanico de recursos para tomar las decisiones del día a día.
Si, en algún momento, el niño o adolescente no respeta la hora de llegada, no debemos ser tremendistas y pensar que no podemos confiar más en él o ella o castigarle sin más. Es aconsejable que, en lugar de que se lleve a cabo el castigo, se tenga una conversación con el menor para preguntar por qué lo ha hecho y recordándole que había hecho un pacto como una persona responsable y esperábamos que lo cumpliera como tal. Más tarde, se le podría dar otra oportunidad. Si tras una oportunidad, se observa en el niño una actitud negativa, se podría plantear el castigo siempre y cuando se volviera a conversar con él previamente.
 
 
Poner una hora de llegada ideal es complicado. Hay que tener en cuenta distintos factores: dónde se vive, el tipo de barrio, la comunicación a casa mediante transporte público, la claridad en verano en contraposición a la oscuridad del invierno, las costumbres familiares, etc. Por lo que, fijarnos en el horario que otros padres han acordado con sus hijos no es suficiente. No debemos dejarnos llevar únicamente por el criterio de otros padres ya que estos pueden fijar el horario en base a otros factores distintos.
Otro aspecto importante en cuanto al horario en vacaciones, es la hora de despertar. Si queremos que nuestros hijos realicen algunas actividades bien sea en casa o al aire libre, de ocio o responsabilidades, es conveniente que les motivemos a despertarse a una determinada hora, habiendo llegado a un acuerdo con el menor. Recordad que es muy importante encontrar el equilibrio entre la pasividad de despertarse a la hora de comer y el esfuerzo continuo de ir de tarea en tarea sin poder dedicarse a jugar y descansar. No debemos olvidar que las vacaciones, al fin y al cabo, son para eso.
 
 

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