“No me gusta el psicólogo al que estoy yendo, siento que hablo y hablo pero no me dice nada”, “Mi psicóloga no me dejaba hablar”, “Se centraba en resolver el problema del momento pero no investigaba lo que había debajo y luego se ha transformado en otras problemas diferentes”…
Estas son algunas de las frases que oigo en consulta cuando vienen personas que ya han trabajado previamente con otros psicólogos. Como profesional, no soy quien para evaluar el trabajo de otros compañeros de profesión pero sí puedo trabajar para que mi relación terapéutica con la persona que tengo delante y que confía en mí para resolver sus dificultades, sea sincera y de confianza.
En ocasiones, algunos pacientes me han transmitido su inquietud.
“Siento que aún queda mucho” o “sí, mejoro, pero muy poco a poco”. Ante estas afirmaciones puede haber varias causas.
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