La colaboración de este mes es de mi compañera Maite Gómez, psicóloga especializada en recursos humanos. En este post, Maite nos hace cambiar el chip con respecto al tema de las becas o contratos de prácticas y de formación. Vale la pena salir de nuestra zona de confort y abordar este tema con un punto de vista alternativo. Hoy, Maite Gómez, nos ayuda a abrir nuestra mente.
"Seguramente muchos nos hemos sentido perdidos ante nuestro “futuro incierto” tras terminar nuestros
estudios. Desde que tenemos uso de razón hemos tenido un objetivo y tras muchos
años has llegado a él, ¿y ahora qué?
Quizá en este sea uno de los motivos por los que se
mantienen los llamados “contratos basura”: recién
titulados con el único objetivo de entrar en el mundo laboral sea como sea.
¿Somos capaces de aceptar cualquier cosa? ¿Quizá con la esperanza de que en
algún momento cambiará la cosa?¿Cuándo decir basta?
Y, ¿qué hay del resto de componentes de esta situación? De
este tema es del que quizá más se ha hablado, el punto de vista de las empresas. La idea más extendida es el
reducido coste que supone una persona con este tipo de contratos, esto lleva a
que no se cree un puesto sino que se vaya rotando de un becario a otro. Ahora
bien, y las empresas, ¿qué y cuánto arriesgan?
Partimos de la base de que no todas las empresas son iguales y muchas de ellas sí valoran la
dedicación, esfuerzo y compromiso de cada uno de los empleados que colaboran
con ellas. Este tipo de contratos, ya sea de beca o prácticas, te están facilitando
comenzar en el mundo laboral, te ofrecen la oportunidad de trabajar con datos
reales, de crear tu red de contactos laboral que tantas puertas nos pueden
abrir (el famoso networking), de aportar
lo mejor de ti y de demostrar lo que realmente vales. Nuestra misión en este
sentido debe ser diferenciar aquellas
empresas que nos van a lanzar al mundo laboral de las que nos ven como métodos
de abaratar costes; pero este es otro tema.
Aunque pueda parecer sorprendente, hay empresas que sí
quieren la incorporación en su plantilla del
estudiante que vino de prácticas y por ello dedican tiempo y recursos para formarlos.
¿Qué ocurre entonces cuando esa persona
decide marchar a pesar de ésto? Desde mi punto de vista, las empresas
también arriesgan.
Mi intención no es defender o criticar posturas en este
tema, sino más bien que se haga una reflexión sobre la situación y sobre las
oportunidades que se pueden sacar si enfocamos correctamente nuestra meta y
objetivo.
¿Dedicamos el tiempo suficiente para encontrar las prácticas
o la beca que nos conviene? ¿Nos comportamos de forma profesional o cómo un
becario al uso que sólo necesita los créditos o hacer currículum? ¿Nos hemos
acomodado en la idea de que la cosa está fatal y con eso nos justificamos?
Otro punto importante es el tema de los tipos de contratos.
Existen tres diferentes con sus características, que aunque puedan parecer
similares, son muy diferentes. No es mi intención dar una clase sobre el tema
laboral pero sí creo que es importante saber qué nos están ofreciendo, por ello
os indico los links donde se explica con detalle cada uno de éstos:
- Contrato en prácticas: http://www.empleo.gob.es/es/informacion/contratos/contenidos/practicas.html
- Contrato para la formación y aprendizaje: http://www.empleo.gob.es/es/informacion/contratos/contenidos/formacionyaprendiz.html
- Beca: la beca tiene como particularidad que no
está regulado por el Estatuto de los Trabajadores, todo lo que se ofrezca
(jornada, horario, salario, etc.) es por un acuerdo entre empresa y centro de
estudios
Puede que muchos de los leáis esto penséis que mi opinión está condicionada pero os puedo asegurar que yo también he ido a trabajar gratis costeando
los gastos de desplazamiento. Desde mi punto de vista y puesto que parece que
es la única forma de poder acceder al mercado laboral, puedes hacer dos cosas:
una, quedarte en caso esperando que te ofrezcan un contrato que consideres que
está en la línea de lo que valoras como aceptable; dos, tomar este tipo de
oportunidades como pequeños objetivos que te llevarán a la meta final; allí
donde te ves en un futuro.
¡Arriesga para ganar! ¡Atrévete
a ser diferente!"