Esta semana
os propongo un ejercicio de Dorothy Jongeward de su libro “En Busca del Éxito”.
Hoy, además de leer, toca imaginar y sentir.
“Imagínate que comienzas el día.
Saltas de la cama. Al poner los pies sobre el suelo te das cuenta de que hay
algo diferente. Los sientes entumecidos, casi como si no estuvieran ahí.
Diriges la mirada hacia ellos para asegurarte. Agitas los dedos. No estás
seguro de que las cosas estén en orden. Sientes algo extraño. Más tarde, al salir
con rumbo al trabajo, ves a tu nuevo vecino, Samuel, maniobrando para sacar su
coche del garaje. Levantas la mano para saludar. Él no responde y se aleja con
una mirada inexpresiva. “Yo creo que no me ha visto”, dices, “posiblemente iba
preocupado por algo”.
En el trayecto a tu trabajo, te
detienes como de costumbre en la esquina del puesto de periódicos, para
comprarle uno a Norberto. “Bonita mañana, ¿no?” dices al mismo tiempo que das
un flamante billete de 20 pesos a Norberto. Éste te entrega el cambio y te mira
durante un momento pero no responde. Te alejas y te diriges a tu oficina,
preguntándote, ¿qué le hice a Norberto?
Cuando llegas al edificio de tu
oficina, las puertas del ascensor están a punto de cerrarse. Corres para alcanzarlo.
Al cerrarse las puertas ante ti, ves en el interior a media docena de personas
que te dirigen unas miradas indiferentes.
Decides subir por las escaleras. Al
hacerlo, te encuentras a una compañera de trabajo. Decidido a ser amable, a
pesar de la fría acogida que has tenido hasta ahora, le sonríes afectuosamente
y dices con alegría: “¡Buenos días, Nina!”. Nina pasa junto a ti sin decir una
palabra ni volverse a verte.
Finalmente, llegas a tu planta de la
oficina, ansioso por ver caras conocidas. Sin embargo, cuando entras nadie se
vuelve. A excepción del sonido de las teclas de la máquina de escribir, no oyes
nada. Cuando cierras la puerta de tu despacho, solo un silencio total te rodea.
Durante el día, el silencio continúa. Nadie escucha, nadie responde. Nadie
parece darse cuenta de que existes. Tú comienzas a dudarlo también.”
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