"Todos los días la gente se arregla el cabello,
¿Por qué no el corazón?"

miércoles, 6 de noviembre de 2013

¿Cambios? ¡No! ¡Terror! ¡Horror!

Como esta semana el tema que estamos tratando en ¿Te atreves? está relacionado con la puesta en marcha orientada a originar cambios positivos en la vida, he decidido no opinar ni hablar sobre el tema de manera expositiva. ¿Qué mejor que hablar de los cambios haciendo cambios? Esta vez toca una entrada más didáctica y en la que cada uno puede reflexionar lo que quiera. Os dejo algunos trocitos del libro “El delfín. Historia de un soñador” de Sergio Bambarén donde se relata la historia de un delfín que soñaba con ser surfista y no se contentaba con la vida normal de un delfín cualquiera.
“Daniel Delfín era un soñador. Estaba convencido de que había más en la vida que pescar y dormir, así que había decidido dedicar todas sus energías a descubrir el verdadero propósito de su vida a través del surf y la sabiduría del océano. Ése era su sueño. Una tarde, cuando Daniel regresaba del arrecife, Miguel Benjamín Delfín, su mejor amigo, le preguntó:
 
-         ¿Qué te propones, Daniel? ¿Por qué arriesgas tu vida en el arrecife? ¿Qué intentas demostrar?
-        No intento demostrar nada. Sólo quiero saber qué puedo aprender del mar y de surf. Eso es todo.
-      Por Dios, Daniel, muchos delfines que te aprecian piensan que tarde o temprano terminarás muerto. Deslizarse sobre las olas cuando éramos pequeños era entretenido, pero esto ya es demasiado. ¿Por qué no te dedicas a pescar como los demás en lugar de perder el tiempo surfeando en el arrecife?
-     Echa un vistazo a tu alrededor, Miguel. Nuestro mundo está lleno de delfines que pescan desde la madrugada hasta el anochecer, día tras día. Siempre están pescando. Ya no tienen tiempo para perseguir sus sueños. En lugar de pescar para vivir, ahora viven para pescar. Recuerdo a un Miguel Benjamín Delfín joven y fuerte, capaz de pasarse horas contemplando las olas, imaginándose que se deslizaba sobre una de esas colosales paredes de agua, soñando. Ahora sólo veo a un delfín asustado, que lo único que hace es pescar, un delfín temeroso de perseguir sus sueños.
-     Algún día madurarás, Daniel, y verás las cosas como las ve el resto de la manada. No hay otra manera de vivir – Y tras decir estas palabras, se marchó.”
“Daniel sufría por su amigo, pero sentía que no podía hacer nada para ayudarlo. Daniel Delfín había elegido vivir su vida ateniéndose a sus propios principios y, aunque a veces se sentía sólo, jamás se arrepintió”.
“El verdadero secreto de una existencia buena y feliz consiste en aprender a distinguir los tesoros reales de los falsos. El mar que nos envuelve, el sol que nos da vida, la luna y las estrellas que brillan en el firmamento, todos ellos son tesoros auténticos. Son eternos y están ahí para recordarnos que estamos rodeados de magia, para recordarnos que nuestro mundo está lleno de milagros y que hay un universo para admirar y ayudarnos a que nuestros sueños se hagan realidad. Pero en vez de esto, comenzamos a construir nuestro propio mundo de tesoros falsos. Renunciamos a nuestros sueños y aceptamos que la razón de nuestra vida era pescar todo lo que pudiésemos. En ese momento dejasteis de soñar. Enterrasteis en vuestros corazones los verdaderos tesoros de la vida. El sueño que anidaba en vuestro interior murió y con él vuestras ilusiones y esperanzas. Olvidasteis cómo soñar y como eso era el único vínculo con vuestro auténtico ser, éste desapareció.”
 

 

¿Tenéis miedo al cambio? ¿Preferís la frase “más vale malo conocido que bueno por conocer”? ¿Estáis dispuestos a cambiar para sentiros mejor?
 
 
¿Con qué delfín os sentís más identificados?

2 comentarios:

  1. Hola. Muy interesante el blog.

    Respecto a la pregunta final, creo que la mayoría de nosotros somos bastante resistentes al cambio y preferimos la estabilidad. No en vano el ser humano dejó de ser cazador-recolector (una situación muy inestable y problemática) para pasar a tener una vida sedentaria como agricultor, artesano o comerciante en poblados y ciudades. La estabilidad neolítica frente a la inseguridad paleolítica (aunque, claro, la vida sedentaria también trajo otros problemas).

    Creo que hoy en día el desempleo y la precarización laboral están haciendo que muchos jóvenes y no tan jóvenes tengamos que aceptar el cambio y la inestabilidad como forma de vida. Nuestros tiempos se parecen en esto cada vez más al paleolítico (entre otras cosas, porque tenemos gobernantes que parecen sacados de esta era).

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  2. Hola Pepito! :)

    Tienes toda la razón, el ser humano tiende a la estabilidad. Los cambios, la incertidumbre... ¡nos vuelven locos! Y me gusta mucho la idea que has resaltado de que, en estos momentos de crisis, las personas estamos aceptando el cambio. No me gustan para nada las circunstancias, pero si tenemos que sacar algo positivo de esta situación, podría ser eso.

    En cuanto a la elección entre inestabilidad-estabilidad, entiendo que una estabilidad "feliz" nos desliga de toda la problemática relacionada en el paleolítico. El problema, desde mi punto de vista, es que nos centramos en una estabilidad de trabajo, familia y pertenencias materiales cuando dejamos atrás algo muy importante, la estabilidad psicológica. ¿De qué nos sirve tener un trabajo estable si vamos todos los días amargados? ¿De qué nos sirve formar una familia con nuestra pareja si lo que realmente nos gustaría hacer sería separarnos? Eso es lo que me sorprende de las personas. Es cierto que lo nuevo da miedo, pero preferir estar mal por el resto de nuestras vidas... ¡eso sí que me da miedo!

    Me alegra leerte por aquí, muchas gracias por tu comentario ;)

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