En la
familia, la rivalidad entre los hermanos por conseguir el afecto y la atención
de los padres, suele ser el principal motivo de los celos. Las disputas entre
hermanos son algo natural y muchas veces inevitable. En toda relación de
hermanos convive una mezcla de sentimientos agresivos y de amor y, a medida que
se hacen mayores, la rivalidad se supera dando paso a una mayor unión siempre y
cuando los padres actúen correctamente. A pesar de que los celos sean algo
relativamente normal, hemos de prestarle atención si alteran la convivencia y
el desarrollo normal del niño o si son persistentes. Es por esto que esta
semana dedico el blog al tratamiento de este tema.
Para empezar
y puesto que la información visual es de gran ayuda, os dejo un video introductorio
donde se define, a grandes rasgos, qué son los celos infantiles, sus síntomas y
cómo abordarlos.
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Compartiendo
las responsabilidades diarias
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Promoviendo
juegos donde todos tomen parte
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Favoreciendo
la comunicación familiar (EJ: sobremesas)
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Evitando
las comparaciones entre hermanos
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No
mostrando favoritismo por alguno de los hijos
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Dedicándole
a cada hijo la misma cantidad de tiempo en la medida que sea posible
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Educando
con afecto y límites: Es necesaria la combinación de ambas cosas para darles
seguridad.
¿Qué hacemos cuando hay una pelea
entre hermanos? Lo
primero de todo es mantener la calma,
los padres son figuras de seguridad para sus hijos y ver cómo los adultos no
saben reaccionar tranquilamente aumentará su estado de ansiedad. Otro punto muy
importante es el de no intervenir en la
pelea. Es conveniente que ellos solos arreglen su diferencia de opiniones.
Esto les ayudará a desenvolverse fuera de casa. Además, si los padres no
estaban presentes durante el comienzo del conflicto, no sabrán quien empezó. Es
posible que sólo alcancen a ver la acción de un hijo y se le castigue por ello
cuando quizá empezó el otro hermano de manera más sutil.
En el caso
de que sea necesaria la intervención, los padres han de ser justos, escuchar las dos versiones y no hipotetizar sobre quién
pudo empezar. Y si se presentan rabietas, es aconsejable actuar con
tranquilidad retirando la atención comunicándole que se hablará con él sólo
cuando se haya calmado.
Es
importante no tratar a los hermanos por igual, tienen distintos gustos y
necesidades y es conveniente que sean conscientes de ello. Pero, que no sean
iguales, no significa dar más cuidados o pasar más tiempo con uno de ellos.
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Hacerle
partícipe en los cuidados del hermano
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Reconocer
todos los éxitos del niño
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Prestarle
atención y hacer que lo hagan los demás familiares y amigos (que no se centren
sólo en uno de ellos)
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Dedicarle
un tiempo exclusivo durante 5-10 minutos/día en el momento adecuado
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Recordarle
las ventajas de ser el mayor (en el caso de que así lo fuera), que no sean sólo
responsabilidades
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Evitar
las etiquetas “eres un celoso”
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Enseñar
a compartir sus cosas y respetar las del hermano
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Recordar
anécdotas familiares le ayudará a sentirse querido
Y como he
dicho al principio de la entrada, los celos son algo normal en la vida de todo
niño y por tanto no conviene dramatizar. Pero, a pesar de ser algo normal, es
aconsejable estar alerta ante los comportamientos celosos para evitar problemas
posteriores.
Me ha gustado mucho. Gracias por tanto esfuerzo.
ResponderEliminarGracias a ti también por tu feedback :)
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