Hoy en el
blog os hablo de las primeras horas con el bebé justo después del parto. Así,
si estáis cerca de las cuarenta semanas, reconoceréis estos pasos cuando
lleguéis al hospital.
En forma de
resumen, os pongo una imagen donde se explica los 4 pasos que se dan durante el
parto extraída del libro “Vas a ser papá” de Mario Guindel.
Una vez ha
terminado el parto, la madre pasa ingresada entre 2 y 5 días según el tipo de
centro, el tipo de parto, el estado de salud de la madre y/o el bebé, etc. Si
el parto se ha dado sin complicaciones, la madre y el bebé son sometidos a
varios controles para comprobar que la salud de ambos está bien. Una de las
pruebas es el llamado test de Apgar.
Este test se
utiliza para evaluar el estado del bebé
nada más nacer. Se lleva a cabo nada más nacer y se repite a los cinco
minutos. En esta prueba se comprueban 5 parámetros: el latido del corazón, la
respiración, el tono muscular, los reflejos y el color de la piel. Cada
parámetro se puntúa de 0 a 2 y el resultado del test es la suma de las cinco
puntuaciones. ¿Cuál es la puntuación
ideal? Entre 8 y 10. ¿Qué pasa si la
puntuación es menor? La puntuación de 7 es normal y una puntuación menor se
puede aceptar siempre y cuando en la segunda comprobación este número aumenta.
Un bebé que puntúa menos de 5 precisa de asistencia médica inmediata.
Una vez
comprobados los estados de salud, la madre y el bebé podrán subir a la
habitación siempre y cuando a la madre no le hayan administrado anestesia. El primer día con el bebé puede ser algo
desconcertante ya que, tras haberlo idealizado durante tanto tiempo, puede
que los sentimientos que manifiesten los padres no sean tan intensos como los
habían imaginado. Ante esta situación no hay que alarmarse. Sobre todo en el
caso de la madre, que está muy cansada después del parto y, además, el ambiente
hospitalario no es el más motivador. Es posible que le entren ganas de llorar
tanto por la bajada de hormonas como por la relajación después de tanta tensión
y esfuerzo.
Además, es
probable que la madre intente dar de mamar al bebé sin éxito. Posiblemente
porque no sabe o porque la madre todavía no tiene leche entre otros motivos.
Por lo que el niño llorará a ratos porque tiene hambre pero todavía no consigue
comer.
Por todo
esto, es aconsejable que las visitas no
agobien ni a los padres ni al bebé. Es el principio de una vida por lo que
tendrán tiempo suficiente para estar con el bebé y para hablar con los padres y
preguntarles por su estado de salud y anímico.
Por último,
os dejo una foto del “mini ser” que ha inspirado esta entrada del blog. Mi
sobrino Raúl ;)
¡Suerte a
todos los futuros padres!
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